sábado, 3 de septiembre de 2011

AL CIPRÉS DE MI CAMINO



Se trata de un enorme ciprés que no tiene al lado ningún muro ni edificio como se suele aconsejar para estos árboles y, encambio está precioso:

Compañero de miradas y vela,
admirable porte siempre sereno
sea que te azote el invierno pleno
sea dulce la brisa que consuela.

Anoche temí tanto por tus ramas,
que perdiera tu frente esas hojuelas
y del granizo vieras las secuelas
y no vivieras más para quien amas:

tu cielo, tu suelo, tu pueblo y esas
que tu gran fronde cobija y esconde
que vienen y van sin saber adónde
ruidosas avecillas tan traviesas.

Sólo el tiempo nos revela la fuerza
que sostiene las cosas, su talento
si serán derribadas por el viento
o mantendrán enhiesta la cabeza.

De tu silueta pura y valerosa,
estoy...creo yo que sí: enamorada
no me dejes por nadie ni por nada
no me dejes sin tu visión hermosa.

Son tus raíces, la esperanza mía
la mano que sostiene mis zozobras
el norte, guía que siempre recobras,
tu generoso amor que no desvía...

Pilar V.Padial

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